Javier Gonzalez / Diario de Salamanca

España, el país donde se elaboran los más deliciosos chorizos, que se transmutan en corruptos; donde se construyen aeropuertos para que la gente pasee por ellos; donde el nacionalcatolicismo sigue instalado en los más altos cargos; donde la cultura es vista como un vicio… vuelve a ser el país europeo de la autocracia, del ancho exclusivo de vía, de la apuesta por lo que nadie quiere, del rancio abolengo y el honor trasnochado de los hidalgos medievales.

Quiere la cosa que en el país del sol, éste sea utilizado como recurso adicional, en vez de ser contemplado como principal fuente de energía nacional. Es chocante, por no decir sangrante, que Alemania produzca cinco veces más energía solar que nosotros. Así, nuestros vecinos teutones producen 17.193 Megawatios, mientras que nosotros nos quedamos en 3.784 Megawatios, aún teniendo casi el doble de radiación solar [http://bit.ly/ZNt7Vs]. Nuestro gasto en energías no renovables, principalmente petróleo, alcanza la nada desdeñable cifra de casi 56.000 millones de euros anuales, dinero que podría ser empleado en otros menesteres, como educación y sanidad, por ejemplo, en vez de ver estos servicios cuasi desmantelados por, la supuesta, falta de dinero. Ya he dicho en más de una ocasión que no es que no haya dinero, que lo hay, lo que pasa es que nos están robando en las narices y nadie parece querer darse cuenta de ello.

Un país que podría autoabastecerse energéticamente sin deteriorar su medio ambiente se empeña, contra todo tipo de lógica, en destrozar ese rico patrimonio natural, obviando la herencia que dejaremos a las generaciones venideras. La penúltima barrabasada vuelve a ser protagonizada por el Ministro del Deterioro, perdón, de Industria, Turismo y Comercio, José Soria al “darle alas” al fracking, técnica de extracción del gas contenido en las capas pizarrosas de la corteza terrestre. Para llevar a cabo dicha extracción, las capas de pizarra son literalmente voladas, de ahí el nombre de fracking, rotura o fracturación, liberando el metano que contienen dichas rocas. Además de los evidentes riesgos geológicos, como son los sismos que se puedan producir, o los deslizamientos por la vibración producida, el uso de sustancias químicas altamente tóxicas, 596 sustancias, fácilmente permeables en los acuíferos. No olvidemos que un tercio de la población española se abastece de agua extraída de dichos acuíferos, lo que hace mucho más peligrosa ésta técnica.

Otro ejemplo de lo que nuestro gobierno entiende por transparencia es que, mientras la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Alimentaria del Parlamento Europeo, ha elaborado un estudio que desaconseja, precisamente por sus peligros, esta técnica [http://bit.ly/16LIR0k], aquí ya se está tramitando el Decreto Ley para empezar las explotaciones. Incluso, en el colmo de la desfachatez, los políticos que abogan por acelerar los procedimientos, pretenden obviar los Estudios de Impacto Ambiental, aunque casi todas las concesiones dadas hasta ahora se hallan sobre grandes reservas hídricas (el acuífero de Subijana, la mayor reserva de agua de Euskadi; o la propia cuenca del río Guadalquivir, en Andalucía). La pela es la pela y, como se verá dentro de unos años, otro ministro que pasará a formar parte de la nómina de cualquier gran empresa energética… no hace falta que recuerde a González, Aznar, Acebes, Salgado, etc.

Victorino Alonso empresario del sector carbonífero; concretamente es el dueño de las mayores concesiones de nuestro país. Hasta ahora todo le había ido viento en popa, pues hacía y deshacía lo que le venía en gana en la comarca leonesa de Laciana, peleándose los distintos políticos por hacerse una foto con él: diputados leoneses del PP, el Presidente de la Junta, el ex presidente Zapatero, la alcaldesa de Villablino, etc.,… hasta ahora. Es curioso que, cuando vienen mal dadas, o te pillan las trafullas, como es el caso, nadie quiere saber nada de esas fotos, de esas sonrisas, de esas comilonas, alegando que era una obligación del cargo. Victorino, Don Vito Carbone, como es conocido en Laciana, apostó por las minas a cielo abierto, con la obligación de dejar el paisaje tal y como estaba antes de las explotaciones correspondientes, cosa que ya se da por irrealizable pues ¿quién va a obligarle a hacerlo? ¿los mismos que le dejaron volar las últimas tierras donde se pueden ver osos pardos y urogallos? Difícil de creer.

Agua, ayer fue el Día Internacional del Agua y, aunque hayamos tenido un invierno tan húmedo, cada vez hay más problemas para conseguir el preciado elemento. Si se le da paso al fracking es posible que terminemos “fucking”, pues casi un tercio de la población hispana se abastece de agua subterránea; y la contaminación no sería orgánica sino de compuestos altamente tóxicos y cancerígenos… aunque, viendo lo visto, es posible que pretendan envenenarnos para posteriormente vendernos los tratamientos.