El “fracking” llega a Leon: Una veintena de proyectos estudian la rentabilidad de extraer metano en capas de carbón del Torío y Sabero
Llega a León y al norte de toda la comunidad autónoma un nuevo fenómeno industrial para producir energía a través de hidrocarburos extraídos del subsuelo, principalmente gas y grisú. La Dirección General de Energía y Minas de Castilla y León ha autorizado ya seis permisos a otras tantas compañías, y tiene pendientes otros trece más, para que estudien la viablidad de producir hidrocarburos a escala industrial en una red de proyectos que salpican toda la vertiente norte de la comunidad, desde León hasta Burgos. Se trata de una invasión que sólo acaba de empezar y que convertiría a este territorio en un lugar salpicado por innumerables pozos de inyección a cada palmo de terreno
De los 19 proyectos tramitados en la Junta, dos corresponden a la provincia de León: el ya autorizado en el valle de Sabero a CBM Recursos Energéticos para extraer metano de capas carboníferas (Diario de León, 20 de mayo del 2010) y el solicitado por Heritage Petroleum para hacer lo mismo en el entorno del Torío. La misma compañía pretende un proyecto similar en Guardo y el resto de plataformas se extienden por otros puntos de las provincias de Palencia y Burgos.
El aporte de la montaña
Las características geofísicas de la provincia leonesa pueden ser un gran aporte a este contexto. Las minas de carbón contienen grandes cantidades de gas metano. La solución que se busca en los dos proyectos de León es la de extraer ese metano para darle un uso industrial, incluso utilizando las bolsas que se han vaciado para inyectar CO2, que es uno de los grandes retos en los ultimos años. No es casual, por tanto, que las investigaciones solicitadas a la Junta se concentren en 37.926 hectáreas del subsuelo minero de Sabero y 12.611 hectáreas en Matallana de Torío.
El más avanzado de la provincia es el que ejecuta CBM Recursos Energéticos en el área de Boñar y Sabero. Está ligado a Hullera Vasco Leonesa, que participa junto a otros socios en el estudio de esta cuenca minera para determinar la cantidad de metano que hay en un gigantesco territorio de casi 40.000 hectáreas bajo los municipios leoneses de Boñar, Vegaquemada, La Ercina, Gradefes, Cistierna, Cebanico, Sabero y Crémenes. «Todavía no hemos empezado el trabajo de campo», apuntan desde la compañía. Lo que significa que todavía quedan por determinar las zonas prioritarias para los emplazamientos de los sondeos y las zonas de concentración de gas en antiguos minados, así como evaluar los aspectos ambientales del proyecto en su conjunto.
Donde está el grisú
La segunda cuenca en estudio es la de la montaña central. El permiso lo ha solicitado Heritage Petroleum PLC para realizar un proyecto similar al de Sabero, por lo poco que ha trascendido de su contenido. En este caso el campo gasístico abarca algo más de 12.000 hectáreas de subsuelo, cuyo perímetro está delimitado por los municipios de La Pola de Gordón, Villamanín, Cármenes, Vegacervera, Matallana de Torío y La Robla. Esta compañía, inversora en exploraciones de petróleo y gas y en proyectos de extracción de metano en minas de carbón en Italia, Francia y España tiene su sede en Londres. El denominado proyecto Matallana fue tramitado ante la Delegación Territorial de la Junta en enero del 2008. Sus promotrores también tienen pendiente de autorización un proyecto gemelo de investigación y explotación de hidrocarburos en Guardo.
Según los datos facilitados por la Consejería de Economía y Empleo, sólo uno de los proyectos autorizados actualmente en la franja norte de Castilla y León utilizará la técnica de fractura hidráulica para extraer los hidrocarburos. Se trata del proyecto denominado Sedano, titulado a favor de la sociedad Trofagas Hidrocarburos S.L. Este método, muy cuestionado por su impacto ambiental en otras autonomías como el País Vasco, utiliza grandes cantidades de agua mezclada con un cóctel de compuestos químicos que extrae el gas cuando se inyecta a gran presión. Este combinado, al llegar a la capa de roca objetivo, la fractura de tal modo que las burbujas de gas se liberan y pueden ser capturadas para su posterior uso como combustible. El problema que se atribuye a esta técnica, aplicada principalmente en Estados Unidos, es que no se puede descartar la contaminación de los acuíferos cercanos por estos productos químicos cuya composición está blindada bajo patente.
La Junta no ha desvelado, sin embargo, cuántos y cuáles de los trece proyectos que quedan por evaluar en la Dirección General de Energía y Minas utilizarán las perforaciones a través del denominado ‘fracking’. Organizaciones conservacionistas y vecinales se han plantado contra la fractura hidráulica en territorios como Cantabria o Euskadi, pero es un movimiento de rechazo internacional. La cuestión de fondo que plantean los responsables de esta ONG apunta hacia la no necesidad de producir más gas. Su estudio Renovables 100% demuestra, en opinión del responsable de la campaña sobre energía y cambio climático, Julio Barea, que «podemos alcanzar un sistema energético totalmente basado en renovables, sin cometer hechos absurdos como buscar otros combustibles fósiles con potenciales graves impactos para el planeta».